Aceleraciones verdaderas (y qué no lo son)

¡Ojo! No todos los ascensos de la FCFb son “aceleraciones verdaderas”. 

Es importante diferenciarlas porque las que sí lo son se consideran un signo de bienestar fetal (incluso con variabilidad reducida, según NICE guidelines).

El Dr Edwin Chandraharan publicó un artículo donde explica ampliamente y de forma muy didáctica cómo reconocerlas. Recomendamos su lectura (podéis encontrarlo en el apartado Bibliografía de la web) –> Al Fahdi B & Chandraharan E. True vs Spurious Intrapartum Fetal Heart Rate Accelerations on the Cardiotocograph (CTG): An Urgent Need for Caution.Glob J Reprod Med. 2020; 7 (5): 5556722. DOI: 10.19080/GJORM.2020.07.5556722

¿Y cómo deben ser las aceleraciones para ser consideradas verdaderas?

 

–> Deben cumplir todos los siguientes criterios:

 

 

 

 

–> Y marco el 3º punto en rojo porque es el que menos solemos tener en cuenta. No podrá ser considerada pues una aceleración verdadera y por tanto ser un signo de bienestar fetal si la FCFb es superior a la esperable por las semanas de gestación.

 

 

Las aceleraciones verdaderas suelen traducir movimientos de las extremidades del feto y por tanto integridad del sistema somático (con control central). Será normal por tanto, no observarlas en periodos de sueño fetal profundo (Cycling). Por otro lado, podría haber otras situaciones patológicas que parecieran aceleraciones sin serlo y nos dieran una falsa sensación de seguridad (por ejemplo, convulsiones).

¿Cuándo debemos sospechar que NO son aceleraciones verdaderas?

  1. Los hombros de una desaceleración variable: Recordemos que las desaceleraciones variables se llaman así porque tienen una relación variable con las contracciones y son la gran mayoría durante el trabajo de parto. Tienen forma de “V”, con una caída y recuperación rápidas.  Habitualmente son debidas a estimulación de baroreceptores, por compresión del cordón umbilical. (Imagen de la Guía de monitorización fetal intraparto basada en fisiopatología. 2018.)
  2. Overshoot: Marcado incremento de la FCFb debida a leve acumulación de CO2 tras un episodio hipóxico por compresión repetitiva del cordón. Ocurren después del pico de la contracción. Se han relacionado con episodios de hipotensión arterial fetal y acidosis.
  3. Pico bimodal: En forma de “M”. Forman parte del espectro evolutivo de los hombros de las desaceleraciones variables. Se deben a una compresión selectiva de la pared de la vena umbilical (que es más delgada y fácil de comprimir que la arteria). (En el artículo del Dr Chandraharan se muestra unas imágenes que lo hacen muy fácil de entender).
  4. Signo de la doble montaña: Debido a la monitorización de la frecuencia fetal materna, que es de mayor amplitud y da una falsa imagen de doble pico. Es MUY importante descartar monitorización materna tras objetivarlo (imagen tomada del mencionado artículo).
  5. Signo del acantilado: Se da en estados avanzados de acidosis fetal. Se puede observar un aumento de la FCFb previa a la desaceleración debido a un aumento del volumen sanguíneo al inicio de la contracción que provoca un incremento de presión a nivel de los sinusoides placentarios.

    1. Podéis encontrar una explicación más extensa y detallada en el artículo, que además tiene un cuadro comparativo muy visual. Importante recordar que el Signo de la Doble montaña se observa en monitorización materna.
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